Vence al estrés con autohipnosis
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2015-09-24
Vence al estrés con autohipnosis
Según un estudio reciente de Zenpure el 71% de la población española afirma padecer estrés. El estrés es un factor desencadenante de numerosos trastornos físicos y mentales provocando un terrible coste humano y también económico.
El estrés no es una enfermedad pero si el origen de muchas: dolor debido a problemas musculares, molestias gastrointestinales, insomnio, abuso de sustancias, trastornos psíquicos y dolencias cardiovasculares entre otras. El sistema inmunitario se ve afectado y somos más propensos a todo tipo de enfermedades.
El estrés es una respuesta natural diseñada para protegerte. Nuestro instinto lo activa como una reacción de supervivencia al sentirnos amenazados a través del sistema nervioso simpático. Se incrementa el ritmo cardíaco y la presión arterial, la sangre se dirige a las extremidades. Se liberan hormonas como el cortisol que proporcionan energía al cuerpo. Nuestros sentidos se agudizan preparando al cuerpo para huir o luchar.
Si bien esta respuesta era útil y efectiva para nuestros antepasados, al verse amenazados por un animal por ejemplo, en la mayoría de los casos ha dejado de tener sentido en nuestros días. Al tener conflictos en el trabajo, preocuparnos por la situación económica o estar atrapados por el tráfico nos sentimos amenazados y se activan los mismos mecanismos.
Los humanos nos vemos sometidos a factores estresantes constantemente y dadas nuestras circunstancias la huida o la lucha no es posible, no podemos descargar la activación. Por el contrario: anticipamos, nos pre-ocupamos, recordamos, nos obsesionamos. . .
El estrés que resulta útil en algunas circunstancias, al oír la bocina del autobús y correr por ejemplo, permanece activado demasiado tiempo.
Así aparece el estrés crónico primero en su forma psicológica o emocional que rápidamente desencadena un estrés físico en forma de tensión, insomnio. . . que a su vez nos genera estrés emocional. Se cierra el círculo y estamos atrapados, si la situación se mantiene el riesgo de contraer múltiples enfermedades se dispara.
Habrás observado que ante una determinada situación estresante algunas personas reaccionan con tranquilidad. Si ellos pueden hacerlo tú también puedes, se trata de aprender y la hipnosis puede ayudarte. Podemos decir que el estrés es inevitable se trata de aprender a sobrellevarlo.
Practicar la autohipnosis regularmente activa el sistema nervioso parasimpático que hace justo lo contrario que el simpático. Ralentiza las respuestas de nuestro cuerpo, disminuye el ritmo cardíaco y la presión arterial. Nuestra respiración se vuelve más profunda, rítmica y equilibrada, aumenta el aporte sanguíneo a nuestro aparato digestivo y la piel. Provocando un estado de relajación, recuperación y digestión. Nuestro sistema inmunitario es activado y reforzado.
La intensa y agradable relajación que produce la hipnosis junto con la focalización del pensamiento permite desconectar de los problemas y activar nuestros mecanismos anti-estrés internos. Ganamos un espacio de bienestar rompiendo el círculo cerrado del que hablábamos. Permitiendo además la práctica regular de la hipnosis desarrollar estrategias que potencian nuestra capacidad para afrontar y superar las situaciones que generan estrés.
Entre estas estrategias están la respiración profunda, el uso de sugestiones y el establecimiento de “anclajes”: estímulos externos que provocan una reacción emocional. En este caso una respuesta de calma, bienestar y relajación.
La hipnosis también te facilitará realizar cambios en tu vida de manera que estés sometido a menos situaciones estresantes. Además te ayudará a desarrollar hábitos saludables que te permitan afrontar en las mejores condiciones aquellas circunstancias en las que el estrés es inevitable.
La grabación “Tu refugio interior” que puedes descargar en nuestra web, un clásico de la hipnosis, permite generar un poderoso escudo contra el estrés, la ansiedad y las preocupaciones. Un escudo que puedes usar cuando tú quieras, donde tú quieras porque está dentro de ti.
Finalmente, la hipnosis puede ayudarte a identificar las causas de tu estrés, ya sea una experiencia de tu pasado, una situación, un problema físico o una relación como causa principal. Después de conocer la raíz del problema se trata de establecer unos objetivos y aplicar las estrategias adecuadas. Hasta que el estrés ocupe sólo el lugar que verdaderamente le corresponde en tu vida.
Gracias por tu tiempo e interés
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Curso “Autohipnosis para todos” muy pronto encontrarás información en nuestra sección Actividades
El estrés no es una enfermedad pero si el origen de muchas: dolor debido a problemas musculares, molestias gastrointestinales, insomnio, abuso de sustancias, trastornos psíquicos y dolencias cardiovasculares entre otras. El sistema inmunitario se ve afectado y somos más propensos a todo tipo de enfermedades.
El estrés es una respuesta natural diseñada para protegerte. Nuestro instinto lo activa como una reacción de supervivencia al sentirnos amenazados a través del sistema nervioso simpático. Se incrementa el ritmo cardíaco y la presión arterial, la sangre se dirige a las extremidades. Se liberan hormonas como el cortisol que proporcionan energía al cuerpo. Nuestros sentidos se agudizan preparando al cuerpo para huir o luchar.
Si bien esta respuesta era útil y efectiva para nuestros antepasados, al verse amenazados por un animal por ejemplo, en la mayoría de los casos ha dejado de tener sentido en nuestros días. Al tener conflictos en el trabajo, preocuparnos por la situación económica o estar atrapados por el tráfico nos sentimos amenazados y se activan los mismos mecanismos.
Los humanos nos vemos sometidos a factores estresantes constantemente y dadas nuestras circunstancias la huida o la lucha no es posible, no podemos descargar la activación. Por el contrario: anticipamos, nos pre-ocupamos, recordamos, nos obsesionamos. . .
El estrés que resulta útil en algunas circunstancias, al oír la bocina del autobús y correr por ejemplo, permanece activado demasiado tiempo.
Así aparece el estrés crónico primero en su forma psicológica o emocional que rápidamente desencadena un estrés físico en forma de tensión, insomnio. . . que a su vez nos genera estrés emocional. Se cierra el círculo y estamos atrapados, si la situación se mantiene el riesgo de contraer múltiples enfermedades se dispara.
Habrás observado que ante una determinada situación estresante algunas personas reaccionan con tranquilidad. Si ellos pueden hacerlo tú también puedes, se trata de aprender y la hipnosis puede ayudarte. Podemos decir que el estrés es inevitable se trata de aprender a sobrellevarlo.
Practicar la autohipnosis regularmente activa el sistema nervioso parasimpático que hace justo lo contrario que el simpático. Ralentiza las respuestas de nuestro cuerpo, disminuye el ritmo cardíaco y la presión arterial. Nuestra respiración se vuelve más profunda, rítmica y equilibrada, aumenta el aporte sanguíneo a nuestro aparato digestivo y la piel. Provocando un estado de relajación, recuperación y digestión. Nuestro sistema inmunitario es activado y reforzado.
La intensa y agradable relajación que produce la hipnosis junto con la focalización del pensamiento permite desconectar de los problemas y activar nuestros mecanismos anti-estrés internos. Ganamos un espacio de bienestar rompiendo el círculo cerrado del que hablábamos. Permitiendo además la práctica regular de la hipnosis desarrollar estrategias que potencian nuestra capacidad para afrontar y superar las situaciones que generan estrés.
Entre estas estrategias están la respiración profunda, el uso de sugestiones y el establecimiento de “anclajes”: estímulos externos que provocan una reacción emocional. En este caso una respuesta de calma, bienestar y relajación.
La hipnosis también te facilitará realizar cambios en tu vida de manera que estés sometido a menos situaciones estresantes. Además te ayudará a desarrollar hábitos saludables que te permitan afrontar en las mejores condiciones aquellas circunstancias en las que el estrés es inevitable.
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Finalmente, la hipnosis puede ayudarte a identificar las causas de tu estrés, ya sea una experiencia de tu pasado, una situación, un problema físico o una relación como causa principal. Después de conocer la raíz del problema se trata de establecer unos objetivos y aplicar las estrategias adecuadas. Hasta que el estrés ocupe sólo el lugar que verdaderamente le corresponde en tu vida.
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