Emociones a la carta ¿Porqué conformarte con el menú?

Emociones a la carta ¿Porqué conformarte con el menú?

2016-11-22

Emociones a la carta ¿Porqué conformarte con el menú?

Como decimos a menudo en este blog si te sientes bien todo es más fácil: una alimentación adecuada, hacer ejercicio o dormir bien. Sin olvidar el tema de la calidad de vida. Para disfrutar de la vida en su plenitud necesitamos  experimentar emociones de calidad. Tenemos que aprender a desarrollar nuestra capacidad para fortalecer el músculo que nos permita  gozar de emociones de calidad.
 
Nuestra capacidad de influir en las emociones mucho mayor de lo que pensamos. Es evidente que nuestra historia personal, carácter y manera de relacionarnos con la realidad generan un tipo de sentimientos. No todos somos una de esas “personas tobogán” a las que todo les resbala. Afortunadamente el ser humano es muy flexible y adaptable. Somos la única especie capaz de vivir en el desierto o en el polo. Podemos cambiar.
 
 
Esta manera de relacionarnos con la realidad es algo aprendido. Podemos modificarla de manera que esté más de acuerdo con nuestros intereses. Así con el tiempo cambiará nuestra manera de percibir la realidad, nuestro carácter y al cambiar éste también lo hará nuestra historia personal.
 
 
 
La hipnosis resulta especialmente útil para alcanzar estos sentimientos que queremos disfrutar. La hipnosis se dirige al subconsciente donde nuestro mundo emocional y por esta razón es capaz de introducir cambios en nosotros mismos y nuestra manera de percibir la realidad. Se trata de aprender para disfrutar de emociones de calidad y hacer que nuestra vida sea más fácil, más grata y más bella.
 
 
Puedes comprobarlo es cuchando en youtube nuestra grabación “Buenos días con autohipnosis” tienes la versión Damas o Caballeros según tu género. Si la escuchas repetidamente notarás cambios, siempre en sentido positivo, en tu manera de pensar, sentir y actuar.
 
 
 
“Lo que perturba a las personas no son las cosas sino las impresiones que tienen de ellas”                                                                                                                                                                                                                  Epícteto
 

Ser conscientes de que esto es una verdad irrefutable y aceptarlo hace que la posibilidad de cambiar nuestro estado emocional sea más fácil. Podemos y debemos aprender a re-interpretar la mayoría las cosas de manera que el impacto emocional que tienen en nosotro sea el que nos conviene.
 
 
Al subir en una montaña rusa todas las personas experimentan las mismas sensaciones físicas, incluso la química que produce su cuerpo es idéntica. Pero algunas de ellas lo interpretan como algo excitante y divertido, otras acaban mareadas o asustadas. Lo mismo es aplicable a la mayoría de los acontecimientos.
 
Cuando nos sentimos bien, nos movemos, hablamos, incluso respiramos de una manera. Cuando nos sentimos mal, pensamos y actuamos de manera diferente. Aquí está el secreto del cambio.
 
Cuando los estados emocionales cambian, nuestras acciones y comportamientos cambian y al cambiarlos. . .nos sentimos mejor.
 
 
Fisiología
 
Tenemos un control mucho más grande de lo que pensamos sobre las emociones. Podemos crear nuestras emociones con el cuerpo porque hay receptores emocionales en nuestro cuerpo.
 
Por un momento déjate llevar por la melancolía, siéntate y siéntete como si estuvieras deprimido. Espera unos instantes y observa los cambios en tu cuerpo. Ahora siéntate recto, respira profundamente, relájate, mira hacia arriba, sonríe. ¿Te sientes diferente?
 
El proceso funciona en ambos sentidos e intervenir sobre nuestro cuerpo resulta más fácil. Si estás contento sonríes y si sonríes te sientes mejor. Sólo podemos sentir cosas en nuestro cuerpo, todo sentimiento tiene un reflejo en el cuerpo y a la inversa.
 
Podemos usar nuestro cuerpo para sentirnos como nos queremos sentir: seguro de mi mismo, estimulado, motivado, saludable. . . A partir de ahora fíjate en cómo respiras, en la posición de tu cuerpo, en cómo te sientas, si tienes los hombros o las mandíbulas tensas, si sonríes.
 
Busca momentos en que tienes éxito en aquello que te propones o cuando experimentas las emociones que te convienen. Fíjate en tus características físicas cuando te sientas así y aprende a re-producirlas para sentirte así.
 
 
A medida que empieces a hacer sencillos cambios en tu cuerpo descubrirás que puedes hacer cambios muy poderosos en cómo te sientes.
 
 
La respiración tiene un impacto enorme en tu estado emocional. Procura que tu respiración sea rítmica, profunda y soltando el aire más despacio que al inspirar. Si lo haces notarás que te sientes mejor y como tus niveles de estrés o ansiedad bajan.
 
Imagina por un momento que quieres ponerte a hacer ejercicio ¿Te resultará más fácil si te lo propones tumbado y desparramado en el sofá o la cama? Empieza por sentarte recto, respira con energía, mira hacia el frente, sonríe. ¿Qué cambia? 
 
 
Empieza hoy mismo practicando algo sencillo pero muy efectivo. Al andar hazlo con energía: erguido, mirando hacia el frente, moviendo los brazos y un poco deprisa, sin correr. Hazlo y notarás como algo cambia. Como tú cambias.
 
El ejercicio es trascendental para sentirnos bien. Los humanos hemos evolucionado para movernos y movernos mucho. Esto ha cambiado en los últimos 100 años radicalmente y nos está causando problemas de salud: física y mental.  Muévete, muévete más, muévete siempre que puedas y te sentirás mejor.
 
 
 
Psicología
 
La manera en que re-presentamos las cosas en nuestra mente afecta directamente a nuestros sentimientos. Re-presentamos porque como ya hemos visto lo que nos afecta no es lo que nos pasa, sino como interpretamos nosotros lo que nos pasa.
 
 
El mismo hecho puede desencadenar emociones diferentes en varias personas. Llueve, una persona se enfada porque no puede ir a la playa, otra se alegra, es bueno para las plantas, la otra se queda igual, decide ir al cine en lugar de pasear. Un caso extremo lo podemos observar en un estadio de fútbol. Un mismo hecho, un gol, desencadena un caudal de emociones en sentidos contrarios según el club de cada persona.
 
 
Constantemente recordamos cosas, nos hacemos películas, hablamos con nosotros mismos, todo esto genera los sentimientos que experimentamos durante el día y estos influyen en nuestro comportamiento que a su vez repercute en nuestros sentimientos y pensamiento. Como puedes ver todo está unido por una larga cadena de causa-efecto. 

 
Tú tienes libertad para intervenir en esta cadena y conseguir lo que tú quieres.
 
 
Si recordamos cosas agradables nos sentimos bien. Vamos a usar nuestra mente para que juegue a nuestro favor: experimentar emociones de calidad que nos ayuden a sentirnos bien y así conseguir nuestros objetivos para sentirnos mejor.
 
 
Por supuesto que ocasionalmente hay acontecimientos y situaciones que nos superan. Pero cuanto antes reaccionemos antes volveremos a estar en el camino correcto. Estas situaciones son excepcionales. Todos experimentamos emociones y emociones negativas, somos humanos. Se trata de no quedar pegados a ellas como nos suele pasar
 
 
En general, en nuestra vida cotidiana podemos utilizar estos poderosos recursos constantemente para controlar nuestros sentimientos y comportamientos, de dentro a fuera.
 
 
Primero cambiando nuestra fisiología, es  mejor que luchar para sentir y comportarnos diferente. Sabes que es mucho más fácil mejorar como te sientes cambiando tu postura, respirando profundamente, soltando la tensión y sonriendo. Funciona siempre. Lo segundo es darse cuenta de en qué estás pensando o diciendo a ti mismo. Si empiezas a sentir estrés, probablemente estés pensando en algún problema.
 
 
Tenemos modelos de pensamiento que van unidos a nuestros estados de ánimo. Nuestros pensamientos generan literalmente la química de nuestro cuerpo. Date cuenta de ellos y cámbialos para eliminar esos estados indeseables. Se trata de dejar de preocuparnos para ocuparnos en buscar soluciones. Romper con ese pensamiento en círculo para convertirlo en una espiral. Algo que nos haga aprender.
 
 
No podemos decidir qué pensamientos surgen en nuestra mente pero si dónde ponemos nuestra atención. En que dirección orientamos nuestro pensamiento.
 
 
Los seres humanos somos como un jardín en el que crece de todo flores, tomates, malas hierbas. . . Nuestra atención es el agua la luz y el abono. Donde pongas tu atención, tu energía, eso crece en tu interior. ¿Cómo quieres que sea tu vida?: re-créate en todo aquello bueno en tu vida y se apoderará de tu jardín.
 
 
Si surgen pensamientos negativos, es mejor no resistirse a ellos o negarlos. Lo que resistimos tiende a persistir. Lo mejor es dejarlos pasar y transformarlos en pensamientos positivos, productivos y adaptativos. Con el tiempo, practicando, conseguiremos que surjan otro tipo de pensamientos, otra manera de interpretar la realidad y de sentir.
 
 
Dedica unos minutos, a menudo a recordar momentos en que alguien fue amable contigo o tuviste éxito en algo importante para ti. Cuanto más entrenes a tu mente para sentirse bien, más te sentirás tú mejor.
 
 
Cada día haz pequeños, o grandes, ingresos en esa cuenta de emociones positivas en tu vida.
 
 
Cualquier pregunta, comentario o sugerencia será bienvenida y atendida. 
 
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