Controla tu ansiedad con hipnosis
2016-05-26
Controla tu ansiedad con hipnosis
La ansiedad es un estado natural concebido para avisar que estamos en peligro o en una situación desconocida y nos prepara para reaccionar. Una ansiedad moderada es conveniente, sin ella los humanos probablemente dejaríamos de existir.
Es un estado que todos hemos experimentado. Es una mezcla de sentimientos como el miedo, la inquietud y la preocupación. También puede estar acompañado de sensaciones o problemas físicos como palpitaciones, dolor en el pecho, falta de aire, molestias estomacales, sudor, dolor de cabeza, mareos, temblores, tensión muscular, insomnio. . .
La ansiedad cumple una función, nos sirve para concentrarnos en los asuntos de nuestras vidas que requieren atención y nos mantiene a salvo. Incluso las personas más calmadas experimentan ansiedad ocasionalmente por ejemplo al tener una entrevista de trabajo o hablar en público.
Por desgracia en muchas personas este mecanismo se colapsa y experimentan un fuerte malestar incluso cuando no existe ningún peligro real. Son los denominados trastornos de ansiedad con consecuencias negativas y muy desagradables para aquellos que los sufren.
Hay diversos tipos de trastornos de ansiedad (Fobias, trastorno de estrés postraumático, trastorno obsesivo compulsivo, ataques de pánico) pero lo que solemos entender por ansiedad es el llamado trastorno de ansiedad generalizado. Una enfermedad caracterizada por un sentimiento crónico y persistente de ansiedad sin ninguna causa concreta que lo justifique.
Las personas con este problema suelen estar permanentemente perturbadas sin ser capaces de detener sus pensamientos funestos sobre enfermedades, catástrofes o peligros. Además suelen ser incapaces de parar de pensar en pequeñas preocupaciones como una avería o tener que hablar con el jefe. Están concentrados, a veces totalmente obsesionados, con estos pensamientos todo el día, cada día.
Esto hace que las personas con trastorno de ansiedad generalizado experimenten un sentimiento de tensión y estrés constante. Lo que evidentemente les provoca dificultades a la hora de solucionar los problemas reales. Es una enfermedad que puede ser muy grave.
Hay personas que llaman a nuestro tiempo la “Era de la ansiedad” y no les falta razón. Las exigencias sobre las personas son cada vez más grandes. La situación económica y la inestabilidad que provoca. El catastrofismo de los medios de comunicación que generan una sensación de inseguridad y peligro constantes. El constante avance tecnológico y las dificultades de adaptación que supone. El derrumbe de los valores tradicionales que cohesionaban la sociedad, la inestabilidad familiar y de los roles de género. El número de posibles causas de estrés y ansiedad a la que estamos sometidos no paran de aumentar.
Otras posibles causas son las que tienen que ver con la genética, las experiencias vitales y la educación recibida. Podemos decir que cada uno de estos factores refuerza a los demás. Probablemente hay personas que son genéticamente propensas a padecer ansiedad y a otras son sus experiencias vitales las que la han provocado. Desarrollar o lo contrario prevenir problemas con la ansiedad es posible casi con cualquiera de nuestras experiencias vividas.
La ansiedad puede ser “aprendida” de tus padres o personas a tu alrededor, simplemente al ver como reaccionaban al miedo cuando eras un niño. Puede surgir también de la manera en que una persona fue educada y a menudo no es posible encontrar una causa sino que es el resultado de múltiples pequeñas experiencias que contribuyen a provocar esta propensión a sentir ansiedad.
También suele suceder que aquellas personas que pertenecen a familias que tienen un historial de trastorno de ansiedad son más propensos a padecerla. Pero no se trata de algo simplemente biológico porque las personas son capaces de superar este problema por si solas si fuera algo completamente biológico estaría fuera de su control.
Según numerosos estudios la incidencia de la ansiedad suele aumentar con la edad y las mujeres suelen ser diagnosticadas con esta enfermedad el doble que los hombres. Aunque probablemente estos no buscan un diagnóstico. También las condiciones de vida, especialmente el estrés o experiencias traumáticas tienen incidencia en esta enfermedad sin embargo temas como el nivel de ingresos, educación o creencias religiosas no parecen influir.
Sólo un médico o psicólogo pueden diagnosticar si padeces un trastorno de ansiedad. Pero es posible que atender tus problemas con la ansiedad te resulte útil a pesar de que no merezcas tal diagnóstico. La respuesta más habitual es prescribir medicación.
Según un estudio reciente de la OCU el consumo de fármacos para estos problemas ha aumentado en nuestro país un 57% en 12 años y no ha dejado de crecer durante ese tiempo. El consumo en España de benzodiazepinas, familia de medicamentos de los somníferos y los ansiolíticos, es de los más elevados de Europa. Cuatro veces más que en Alemania o el Reino Unido e incluso superior al de Estados Unidos.
Es evidente que tomar medicación puede ser necesario puntualmente pero a largo plazo parece razonable buscar otro tipo de soluciones. La psicoterapia, el biofeedback, la meditación, el mindfulness y como no la hipnosis son técnicas de probada eficacia a la hora de resolver con éxito los problemas que genera la ansiedad.
A la hora de resolver los problemas provocados por la ansiedad la hipnosis ocupa un lugar privilegiado entre otro tipo de terapias por múltiples razones entre las que cabe mencionar:
La relajación: la clave para combatir el exceso de ansiedad es la relajación. La hipnosis permite conseguir una extraordinaria relajación física y mental: el ritmo cardíaco disminuye, la respiración se hace más lenta y profunda , el sistema digestivo se activa y funciona correctamente. Los pensamientos se hacen más abstractos y basados en imágenes y sentimientos. La capacidad de focalizar y controlar nuestro pensamiento aumenta notablemente y podemos dirigirlo hacia donde nos conviene.
Entrenamiento mental: la capacidad de generar "realidades hipnóticas" permita visualizar muy intensamente las posibles situaciones que generan ansiedad. La persona aprende a hacer frente con calma lo que antes le generaba malestar. Es una especie de entrenamiento subconsciente, cuando nos encontramos con la situación conflictiva ya la hemos vivido y superado con calma y normalidad.
Emociones positivas: la persona en estado hipnótico y posteriormente practicando la autohipnosis aprende a generarse estados emocionales positivos ligados a experiencias imaginarias o situaciones que ha vivido. Esto permite romper con el ciclo de preocupación y miedo provocado por la ansiedad. En estado hipnótico es posible establecer un "anclaje", un estímulo determinado unido a una emoción, permitiendo que la persona lo utilice en las situaciones en que necesita recuperar y re-vivir la sensación de seguridad, calma y bienestar que experimentó en estado hipnótico.
Aprendizaje de habilidades: la hipnosis potencia enormemente la capacidad de aprendizaje. Facilitando que las enormes capacidades que todos tenemos se conviertan en habilidades. La hipnosis puede utilizarse para desarrollar habilidades como la evaluación de riesgos y el despliegue de los recursos personales. En la ansiedad la mayoría de las personas tienden a sobreestimar los riesgos y subestimar sus capacidades para superarlos con éxito. Enseñar a las personas a valorar los riesgos y a tener confianza en su capacidad de gestionarlos a medida que vayan surgiendo les permite controlar la ansiedad y reducirla a unos límites aceptables.
Hipnoanálisis: la hipnosis permite remontarse hasta el origen de la ansiedad y tratar las causas que la generaron. Una vez identificamos cual es el origen de la ansiedad es posible cambiar la percepción de este acontecimiento pasado. Una vez la emoción implicada en esta experiencia ha sido descargada la persona queda liberada de la ansiedad o pánico. Esta emoción era la que provocaba su miedo, al comprenderlo la ansiedad pierde su fuerza.
En hipnosis para todos hemos producido la grabación "Tu refugio interior" incorpora las herramientas más útiles para combatir la ansiedad: relajación, respiración, imaginación, un poderoso anclaje para autogenerarse emociones de calma, seguridad y bienestar. . . Si padeces ansiedad escucharla repetidamente potenciará tus capacidades para controlarla. También si vives en Barcelona puedes llamarnos, estaremos encantados de ayudarte personalmente.
El control de la ansiedad permite una mayor concentración, un pensamiento más claro para resolver los problemas, más bienestar, más autoestima, más libertad, más receptividad a nuevas ideas y experiencias. Es un mejoría en todos los aspectos de nuestra vida.
No importa lo que causó o causa tu ansiedad, si es algo genético o producto de tu historia o de tu entorno. La ansiedad puede ser tratada eficazmente. Hay muchas formas de ansiedad pero también hay muchos tipos de tratamientos efectivos.
Ninguno de nosotros nació con ansiedad, miedos o fobias.
Cualquier cosa adquirida puede ser des-adquirida, tu ansiedad también.
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Es un estado que todos hemos experimentado. Es una mezcla de sentimientos como el miedo, la inquietud y la preocupación. También puede estar acompañado de sensaciones o problemas físicos como palpitaciones, dolor en el pecho, falta de aire, molestias estomacales, sudor, dolor de cabeza, mareos, temblores, tensión muscular, insomnio. . .
La ansiedad cumple una función, nos sirve para concentrarnos en los asuntos de nuestras vidas que requieren atención y nos mantiene a salvo. Incluso las personas más calmadas experimentan ansiedad ocasionalmente por ejemplo al tener una entrevista de trabajo o hablar en público.
Por desgracia en muchas personas este mecanismo se colapsa y experimentan un fuerte malestar incluso cuando no existe ningún peligro real. Son los denominados trastornos de ansiedad con consecuencias negativas y muy desagradables para aquellos que los sufren.
Hay diversos tipos de trastornos de ansiedad (Fobias, trastorno de estrés postraumático, trastorno obsesivo compulsivo, ataques de pánico) pero lo que solemos entender por ansiedad es el llamado trastorno de ansiedad generalizado. Una enfermedad caracterizada por un sentimiento crónico y persistente de ansiedad sin ninguna causa concreta que lo justifique.
Las personas con este problema suelen estar permanentemente perturbadas sin ser capaces de detener sus pensamientos funestos sobre enfermedades, catástrofes o peligros. Además suelen ser incapaces de parar de pensar en pequeñas preocupaciones como una avería o tener que hablar con el jefe. Están concentrados, a veces totalmente obsesionados, con estos pensamientos todo el día, cada día.
Esto hace que las personas con trastorno de ansiedad generalizado experimenten un sentimiento de tensión y estrés constante. Lo que evidentemente les provoca dificultades a la hora de solucionar los problemas reales. Es una enfermedad que puede ser muy grave.
Hay personas que llaman a nuestro tiempo la “Era de la ansiedad” y no les falta razón. Las exigencias sobre las personas son cada vez más grandes. La situación económica y la inestabilidad que provoca. El catastrofismo de los medios de comunicación que generan una sensación de inseguridad y peligro constantes. El constante avance tecnológico y las dificultades de adaptación que supone. El derrumbe de los valores tradicionales que cohesionaban la sociedad, la inestabilidad familiar y de los roles de género. El número de posibles causas de estrés y ansiedad a la que estamos sometidos no paran de aumentar.
Otras posibles causas son las que tienen que ver con la genética, las experiencias vitales y la educación recibida. Podemos decir que cada uno de estos factores refuerza a los demás. Probablemente hay personas que son genéticamente propensas a padecer ansiedad y a otras son sus experiencias vitales las que la han provocado. Desarrollar o lo contrario prevenir problemas con la ansiedad es posible casi con cualquiera de nuestras experiencias vividas.
La ansiedad puede ser “aprendida” de tus padres o personas a tu alrededor, simplemente al ver como reaccionaban al miedo cuando eras un niño. Puede surgir también de la manera en que una persona fue educada y a menudo no es posible encontrar una causa sino que es el resultado de múltiples pequeñas experiencias que contribuyen a provocar esta propensión a sentir ansiedad.
También suele suceder que aquellas personas que pertenecen a familias que tienen un historial de trastorno de ansiedad son más propensos a padecerla. Pero no se trata de algo simplemente biológico porque las personas son capaces de superar este problema por si solas si fuera algo completamente biológico estaría fuera de su control.
Según numerosos estudios la incidencia de la ansiedad suele aumentar con la edad y las mujeres suelen ser diagnosticadas con esta enfermedad el doble que los hombres. Aunque probablemente estos no buscan un diagnóstico. También las condiciones de vida, especialmente el estrés o experiencias traumáticas tienen incidencia en esta enfermedad sin embargo temas como el nivel de ingresos, educación o creencias religiosas no parecen influir.
Sólo un médico o psicólogo pueden diagnosticar si padeces un trastorno de ansiedad. Pero es posible que atender tus problemas con la ansiedad te resulte útil a pesar de que no merezcas tal diagnóstico. La respuesta más habitual es prescribir medicación.
Según un estudio reciente de la OCU el consumo de fármacos para estos problemas ha aumentado en nuestro país un 57% en 12 años y no ha dejado de crecer durante ese tiempo. El consumo en España de benzodiazepinas, familia de medicamentos de los somníferos y los ansiolíticos, es de los más elevados de Europa. Cuatro veces más que en Alemania o el Reino Unido e incluso superior al de Estados Unidos.
Es evidente que tomar medicación puede ser necesario puntualmente pero a largo plazo parece razonable buscar otro tipo de soluciones. La psicoterapia, el biofeedback, la meditación, el mindfulness y como no la hipnosis son técnicas de probada eficacia a la hora de resolver con éxito los problemas que genera la ansiedad.
A la hora de resolver los problemas provocados por la ansiedad la hipnosis ocupa un lugar privilegiado entre otro tipo de terapias por múltiples razones entre las que cabe mencionar:
La relajación: la clave para combatir el exceso de ansiedad es la relajación. La hipnosis permite conseguir una extraordinaria relajación física y mental: el ritmo cardíaco disminuye, la respiración se hace más lenta y profunda , el sistema digestivo se activa y funciona correctamente. Los pensamientos se hacen más abstractos y basados en imágenes y sentimientos. La capacidad de focalizar y controlar nuestro pensamiento aumenta notablemente y podemos dirigirlo hacia donde nos conviene.
Entrenamiento mental: la capacidad de generar "realidades hipnóticas" permita visualizar muy intensamente las posibles situaciones que generan ansiedad. La persona aprende a hacer frente con calma lo que antes le generaba malestar. Es una especie de entrenamiento subconsciente, cuando nos encontramos con la situación conflictiva ya la hemos vivido y superado con calma y normalidad.
Emociones positivas: la persona en estado hipnótico y posteriormente practicando la autohipnosis aprende a generarse estados emocionales positivos ligados a experiencias imaginarias o situaciones que ha vivido. Esto permite romper con el ciclo de preocupación y miedo provocado por la ansiedad. En estado hipnótico es posible establecer un "anclaje", un estímulo determinado unido a una emoción, permitiendo que la persona lo utilice en las situaciones en que necesita recuperar y re-vivir la sensación de seguridad, calma y bienestar que experimentó en estado hipnótico.
Aprendizaje de habilidades: la hipnosis potencia enormemente la capacidad de aprendizaje. Facilitando que las enormes capacidades que todos tenemos se conviertan en habilidades. La hipnosis puede utilizarse para desarrollar habilidades como la evaluación de riesgos y el despliegue de los recursos personales. En la ansiedad la mayoría de las personas tienden a sobreestimar los riesgos y subestimar sus capacidades para superarlos con éxito. Enseñar a las personas a valorar los riesgos y a tener confianza en su capacidad de gestionarlos a medida que vayan surgiendo les permite controlar la ansiedad y reducirla a unos límites aceptables.
Hipnoanálisis: la hipnosis permite remontarse hasta el origen de la ansiedad y tratar las causas que la generaron. Una vez identificamos cual es el origen de la ansiedad es posible cambiar la percepción de este acontecimiento pasado. Una vez la emoción implicada en esta experiencia ha sido descargada la persona queda liberada de la ansiedad o pánico. Esta emoción era la que provocaba su miedo, al comprenderlo la ansiedad pierde su fuerza.
En hipnosis para todos hemos producido la grabación "Tu refugio interior" incorpora las herramientas más útiles para combatir la ansiedad: relajación, respiración, imaginación, un poderoso anclaje para autogenerarse emociones de calma, seguridad y bienestar. . . Si padeces ansiedad escucharla repetidamente potenciará tus capacidades para controlarla. También si vives en Barcelona puedes llamarnos, estaremos encantados de ayudarte personalmente.
El control de la ansiedad permite una mayor concentración, un pensamiento más claro para resolver los problemas, más bienestar, más autoestima, más libertad, más receptividad a nuevas ideas y experiencias. Es un mejoría en todos los aspectos de nuestra vida.
No importa lo que causó o causa tu ansiedad, si es algo genético o producto de tu historia o de tu entorno. La ansiedad puede ser tratada eficazmente. Hay muchas formas de ansiedad pero también hay muchos tipos de tratamientos efectivos.
Ninguno de nosotros nació con ansiedad, miedos o fobias.
Cualquier cosa adquirida puede ser des-adquirida, tu ansiedad también.
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