La hipnosis NO es sueño, pero ¿Es soñar?

2018-11-13
La hipnosis NO es sueño, pero ¿Es soñar?
Muy probablemente sí, hay muchos factores que lo indican. El paralelismo entre hipnosis y sueño REM es muy grande. Corresponde al lector decidir si son la misma cosa.
La confusión: hipnosis = dormir surge por varias razones:
El mal uso del lenguaje por algunos hipnotistas al utilizar expresiones como “ahora dormirás”, “sueño. . .mucho sueño”, “sueño profundo” y otras parecidas.
El hecho de que las personas en estado hipnótico suelan permanecer con los ojos cerrados, sin moverse en absoluto respirando lenta y profundamente.
La impresión de intensa relajación y placidez que transmiten las personas hipnotizadas.
Pero que la hipnosis no es dormir es algo indudable para cualquier persona que haya disfrutado de la hipnosis. Te invito a comprobarlo escuchando nuestro video al final de este artículo: Sueños a la carta sueños lúcidos. En nuestro canal de YouTube encontrarás versión masculina y femenina.
Fenómenos como la intensidad emocional de la experiencia hipnótica. La excepcionalmente potenciada capacidad de utilizar la imaginación y muchos otros lo ponen de manifiesto.
Puedes leer nuestro artículo anterior ¿Cómo te sientes cuando estás hipnotizado?
para encontrar una descripción más completa de los llamados “fenómenos hipnóticos”.
Pero veamos algunas similitudes entre soñar y la experiencia hipnótica:
1. A menudo durante la hipnosis se produce un movimiento rápido de los ojos cerrados. Durante la fase REM, R (rapid/random) E (eye) M (movement), del sueño también se observan estos movimientos. Esta es la fase en la que mientras dormimos se producen la mayoría de los sueños y estos tienen mayor intensidad.
2. Los sueños y la hipnosis tienen en común lo que en hipnosis se llama “lógica del trance”. Sería esa tendencia a racionalizar cualquier acontecimiento que se produzca en su narrativa sin importar lo absurdo o improbable que sea esta explicación. El pensamiento es a menudo ilógico y acrítico mientras soñamos.
La persona en hipnosis acepta con naturalidad desplazarse al pasado o al futuro con naturalidad o contemplarse a si misma en una pantalla comportándose tal como ella quiere. Generando así un “entrenamiento” inconsciente pero eficaz.
3. La amnesia es otro fenómeno que aparece en ambos casos. A pesar de que cada noche soñamos durante unas dos horas olvidamos la mayoría de los sueños. Igualmente, muchas personas “olvidan” partes o la totalidad de lo que han experimentado al volver a su estado habitual después de ser hipnotizados.
Esta amnesia es más intensa si se produce una transición rápida entre el sueño y la vigilia, por ejemplo, al sonar un despertador. Lo mismo ocurre si al salir del estado hipnosis provocamos un cambio rápido de la atención en la persona sobre lo que sucedió en el trance hipnótico
4. Al soñar la capacidad de movernos es inhibida por nuestro cerebro, si nos moviéramos en relación a lo que soñamos a menudo estaríamos en peligro. Este fenómeno es lo que en hipnosis se conoce como catalepsia. Algunas partes del cuerpo están inmóviles, o parecen estar suspendidas y rígidas durante largos períodos de tiempo sin causar molestias.
Es la clásica imposibilidad de abrir los ojos al estar hipnotizado o la rigidez que permite a una persona mantenerse estirado entre dos sillas. Esto último algo poco recomendable.
5. Muchas personas al volver de la experiencia hipnótica están sorprendidos al saber que ha transcurrido mucho más o menos tiempo del que creían. Normalmente aquellos que son buenos sujetos hipnóticos. La distorsión temporal también es una característica en la mayoría de los sueños.
6. La riqueza emocional y sensorial de la experiencia hipnótica. La intensidad y realismo con que se experimentan las situaciones. Lo vívidas y ricas en matices que son las imágenes . . . Sólo pueden compararse a lo que experimentamos al soñar.
Todos tenemos la experiencia de despertar asustados y bañados en sudor después de una pesadilla. En hipnosis una persona puede “sentir” las consecuencias de seguir fumando, es mucho más poderoso que “saber”. Por supuesto sin exagerar ni provocar sufrimiento.
7. Como otros rasgos comunes podemos mencionar la anestesia o analgesia y la insensibilidad a los estímulos externos. La conciencia del mundo exterior disminuye y la interiorización aumenta, tanto al entrar en estado hipnótico como al soñar. En el caso de la hipnosis el foco de atención hacia el exterior se centra en la voz del hipnotista.
8. Finalmente podemos destacar el carácter alucinatorio de los sueños y el estado hipnótico. Muchas personas manifiestan “sentir” el calor del sol al visualizarse en la playa en estado hipnótico. También, las alucinaciones son una característica básica de los sueños, a menudo oímos, sentimos u olemos en sueños.
Si tenemos en cuenta la importancia que tienen los sueños para algunos autores podemos comprender la utilidad y eficacia de la hipnosis. Es fascinante el alcance y repercusión de la teoría de la satisfacción de expectativas de los sueños elaborada por Joe Griffin y Ivan Tyrrell.
Si a esto añadimos las ideas de Michel Jouvet, quien afirma que el estado REM evolucionó para programar en los mamíferos los comportamientos instintivos mientras estamos en el útero. La utilidad de la hipnosis es evidente.
Se ha podido comprobar que los fetos sonríen y manifiestan sorpresa o malestar, sabemos respirar y tragar inmediatamente después de nacer. Parece ser que durante el embarazo estos comportamientos son aprendidos durante la fase REM, extraordinariamente extensa al final de la gestación.
Además, este estado REM persiste en los adultos para permitir que estos comportamientos instintivos se mantengan y puedan ser modificados de alguna manera.
Esto explicaría el efecto a veces aparentemente mágico de la hipnosis y su eficacia para tratar una amplia gama de afecciones.
Al ser capaz de provocar el estado REM la hipnosis permitiría “reprogramarnos”: aprender para cambiar a un nivel profundo.
Aunque la palabra hipnosis proviene del griego hypnos, literalmente dormir, la hipnosis no es sueño. Parece más bien algo parecido a soñar despierto.
Puedes aprender a soñar lo que tú quieras escuchando repetidamente nuestro vídeo Sueños a la carta: sueños lúcidos. Te recomendamos escucharlo ya en la cama y con auriculares pequeños. En nuestro canal encontrarás versión masculina y femenina.
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La confusión: hipnosis = dormir surge por varias razones:
El mal uso del lenguaje por algunos hipnotistas al utilizar expresiones como “ahora dormirás”, “sueño. . .mucho sueño”, “sueño profundo” y otras parecidas.
El hecho de que las personas en estado hipnótico suelan permanecer con los ojos cerrados, sin moverse en absoluto respirando lenta y profundamente.
La impresión de intensa relajación y placidez que transmiten las personas hipnotizadas.
Pero que la hipnosis no es dormir es algo indudable para cualquier persona que haya disfrutado de la hipnosis. Te invito a comprobarlo escuchando nuestro video al final de este artículo: Sueños a la carta sueños lúcidos. En nuestro canal de YouTube encontrarás versión masculina y femenina.
Fenómenos como la intensidad emocional de la experiencia hipnótica. La excepcionalmente potenciada capacidad de utilizar la imaginación y muchos otros lo ponen de manifiesto.
Puedes leer nuestro artículo anterior ¿Cómo te sientes cuando estás hipnotizado?
para encontrar una descripción más completa de los llamados “fenómenos hipnóticos”.
Pero veamos algunas similitudes entre soñar y la experiencia hipnótica:
1. A menudo durante la hipnosis se produce un movimiento rápido de los ojos cerrados. Durante la fase REM, R (rapid/random) E (eye) M (movement), del sueño también se observan estos movimientos. Esta es la fase en la que mientras dormimos se producen la mayoría de los sueños y estos tienen mayor intensidad.
2. Los sueños y la hipnosis tienen en común lo que en hipnosis se llama “lógica del trance”. Sería esa tendencia a racionalizar cualquier acontecimiento que se produzca en su narrativa sin importar lo absurdo o improbable que sea esta explicación. El pensamiento es a menudo ilógico y acrítico mientras soñamos.
La persona en hipnosis acepta con naturalidad desplazarse al pasado o al futuro con naturalidad o contemplarse a si misma en una pantalla comportándose tal como ella quiere. Generando así un “entrenamiento” inconsciente pero eficaz.
3. La amnesia es otro fenómeno que aparece en ambos casos. A pesar de que cada noche soñamos durante unas dos horas olvidamos la mayoría de los sueños. Igualmente, muchas personas “olvidan” partes o la totalidad de lo que han experimentado al volver a su estado habitual después de ser hipnotizados.
Esta amnesia es más intensa si se produce una transición rápida entre el sueño y la vigilia, por ejemplo, al sonar un despertador. Lo mismo ocurre si al salir del estado hipnosis provocamos un cambio rápido de la atención en la persona sobre lo que sucedió en el trance hipnótico
4. Al soñar la capacidad de movernos es inhibida por nuestro cerebro, si nos moviéramos en relación a lo que soñamos a menudo estaríamos en peligro. Este fenómeno es lo que en hipnosis se conoce como catalepsia. Algunas partes del cuerpo están inmóviles, o parecen estar suspendidas y rígidas durante largos períodos de tiempo sin causar molestias.
Es la clásica imposibilidad de abrir los ojos al estar hipnotizado o la rigidez que permite a una persona mantenerse estirado entre dos sillas. Esto último algo poco recomendable.
5. Muchas personas al volver de la experiencia hipnótica están sorprendidos al saber que ha transcurrido mucho más o menos tiempo del que creían. Normalmente aquellos que son buenos sujetos hipnóticos. La distorsión temporal también es una característica en la mayoría de los sueños.
6. La riqueza emocional y sensorial de la experiencia hipnótica. La intensidad y realismo con que se experimentan las situaciones. Lo vívidas y ricas en matices que son las imágenes . . . Sólo pueden compararse a lo que experimentamos al soñar.
Todos tenemos la experiencia de despertar asustados y bañados en sudor después de una pesadilla. En hipnosis una persona puede “sentir” las consecuencias de seguir fumando, es mucho más poderoso que “saber”. Por supuesto sin exagerar ni provocar sufrimiento.
7. Como otros rasgos comunes podemos mencionar la anestesia o analgesia y la insensibilidad a los estímulos externos. La conciencia del mundo exterior disminuye y la interiorización aumenta, tanto al entrar en estado hipnótico como al soñar. En el caso de la hipnosis el foco de atención hacia el exterior se centra en la voz del hipnotista.
8. Finalmente podemos destacar el carácter alucinatorio de los sueños y el estado hipnótico. Muchas personas manifiestan “sentir” el calor del sol al visualizarse en la playa en estado hipnótico. También, las alucinaciones son una característica básica de los sueños, a menudo oímos, sentimos u olemos en sueños.
Si tenemos en cuenta la importancia que tienen los sueños para algunos autores podemos comprender la utilidad y eficacia de la hipnosis. Es fascinante el alcance y repercusión de la teoría de la satisfacción de expectativas de los sueños elaborada por Joe Griffin y Ivan Tyrrell.
Si a esto añadimos las ideas de Michel Jouvet, quien afirma que el estado REM evolucionó para programar en los mamíferos los comportamientos instintivos mientras estamos en el útero. La utilidad de la hipnosis es evidente.
Se ha podido comprobar que los fetos sonríen y manifiestan sorpresa o malestar, sabemos respirar y tragar inmediatamente después de nacer. Parece ser que durante el embarazo estos comportamientos son aprendidos durante la fase REM, extraordinariamente extensa al final de la gestación.
Además, este estado REM persiste en los adultos para permitir que estos comportamientos instintivos se mantengan y puedan ser modificados de alguna manera.
Esto explicaría el efecto a veces aparentemente mágico de la hipnosis y su eficacia para tratar una amplia gama de afecciones.
Al ser capaz de provocar el estado REM la hipnosis permitiría “reprogramarnos”: aprender para cambiar a un nivel profundo.
Aunque la palabra hipnosis proviene del griego hypnos, literalmente dormir, la hipnosis no es sueño. Parece más bien algo parecido a soñar despierto.
Puedes aprender a soñar lo que tú quieras escuchando repetidamente nuestro vídeo Sueños a la carta: sueños lúcidos. Te recomendamos escucharlo ya en la cama y con auriculares pequeños. En nuestro canal encontrarás versión masculina y femenina.
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