Cambia tu autoimagen y tu vida cambiará
2018-06-26
Cambia tu autoimagen y tu vida cambiará
La autoimagen es la manera de percibirte a ti mismo: lo que piensas de ti mismo y de tu aspecto. Su repercusión sobre tu autoestima y bienestar son enormes.
La autoimagen es tan poderosa que determina lo que puedes o no puedes hacer.
Nunca serás capaz de conducir si piensas que tú no puedes hacerlo por ejemplo . Esto es absolutamente falso. Los recursos que todos nosotros poseemos son enormes. Estamos capacitados para hacer prácticamente cualquier cosa. El mayor impedimento son las limitaciones autoimpuestas.
Con la hipnosis nuestras capacidades de aprendizaje y con el de cambio personal aumentan. La hipnosis se dirige precisamente al lugar donde se encuentran nuestras creencias, hábitos, tu autoimagen. Puedes comprobarlo escuchando la grabación al final de este artículo.
En nuestro canal de YouTube encontrarás versión femenina y masculina.
La autoimagen actúa como una especie de profecía autocumplida haciendo que te comportes de acuerdo con como tú crees que eres, no lo que tú eres. Además transmitimos a los demás esta percepción de nosotros mismos de manera inconsciente con nuestros gestos, miradas, palabras. . .
Pero prácticamente todo lo que otra persona ha conseguido está a tu alcance, tú también puedes hacerlo.
Los límites existen pero el área en la que podemos expandirnos es enorme. Son las limitaciones que nos generamos nosotros mismos las que impiden que alcancemos nuestro pleno rendimiento. Y son a menudo producto de nuestra autoimagen.
El proceso de aprendizaje y crecimiento personal consiste precisamente en convertir estas enormes capacidades que todos tenemos en habilidades: desarrollar plenamente nuestro potencial para poder alcanzar nuestros objetivos y disfrutar más y mejor de la vida.
Las creencias negativas sobre nosotros mismos que forman parte de nuestra autoimagen dificultan o incluso impiden este proceso.
Porque además a menudo no somos conscientes de ellas al considerar que nosotros “somos” así. Lo cierto es que “estamos” en esa situación como resultado de nuestra falsa autoimagen, baja autoestima, poca confianza. . .
“Etiquetas” como vago, torpe, feo, tonto, débil. . . que hemos aceptado y no se corresponden con la realidad.
Esta autoimagen se forma a partir de los comentarios y críticas recibidas en nuestra infancia por figuras de autoridad como familiares, profesores, algunos ¿amigos?. . .
Probablemente algunos de ellos lo hacían con buena intención pero al ser niños y no tener aún capacidad crítica las aceptamos y pasan a formar parte de la manera (distorsionada) de percibirnos a nosotros mismos.
Además esta autoimagen que recuerda es simplemente un concepto mental se forma a partir de imágenes de nosotros mismos en momentos en que nos sentíamos avergonzados o heridos. Estas emociones intensas pasan a formar parte de nosotros mismos de lo que creemos que somos. Son nuestra autoimagen negativa.
En realidad esta autoimagen se establece a partir de tu percepción de la realidad y está muy influenciada por cómo crees que los demás te ven a ti.
Poco a poco y a partir de estas concepciones erróneas empezamos a compararnos no sólo con los demás sino con como imaginamos que deberíamos ser. Acabamos atrapados por la frustración y la baja autoestima.
Tu autoimagen está creando tu realidad y determina tu comportamiento. Para poder vivir satisfactoriamente necesitas tener una autoimagen adecuada y realista que te permita desarrollar plenamente todo tu potencial.
Necesitas una concepción de ti mismo que te sea aceptable. En la que puedas creer y te proporcione autoestima. Tienes que conocer tus virtudes y debilidades hasta que tu autoimagen sea razonablemente adecuada a quien tú eres. Ni más ni menos.
Empieza por aceptar que todos somos diferentes y reconocerte como esa persona única y especial que todos, tú también, somos. Se trata simplemente de ser más objetivo de “observarte a ti mismo como eres”.
Deja de compararte y de perseguir una perfección que es inalcanzable.
Recuerda tu autoimagen es el estado actual de ti mismo. Todo está cambiando constantemente, tú también. Se trata de dirigir este cambio hacia donde te conviene.
Utilizando la imaginación empieza a forjar la autoimagen que te resulte más efectiva para lograr tus objetivos. La que tú te mereces.
Puede ayudarte escuchar nuestra grabación “Generando tu nueva autoimagen”
Hasta conseguir una nueva manera de pensar, sentir y actuar. Con más libertad: tu nueva autoimagen.
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Gracias por tu tiempo e interés
La autoimagen es tan poderosa que determina lo que puedes o no puedes hacer.
Nunca serás capaz de conducir si piensas que tú no puedes hacerlo por ejemplo . Esto es absolutamente falso. Los recursos que todos nosotros poseemos son enormes. Estamos capacitados para hacer prácticamente cualquier cosa. El mayor impedimento son las limitaciones autoimpuestas.
Con la hipnosis nuestras capacidades de aprendizaje y con el de cambio personal aumentan. La hipnosis se dirige precisamente al lugar donde se encuentran nuestras creencias, hábitos, tu autoimagen. Puedes comprobarlo escuchando la grabación al final de este artículo.
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Pero prácticamente todo lo que otra persona ha conseguido está a tu alcance, tú también puedes hacerlo.
Los límites existen pero el área en la que podemos expandirnos es enorme. Son las limitaciones que nos generamos nosotros mismos las que impiden que alcancemos nuestro pleno rendimiento. Y son a menudo producto de nuestra autoimagen.
El proceso de aprendizaje y crecimiento personal consiste precisamente en convertir estas enormes capacidades que todos tenemos en habilidades: desarrollar plenamente nuestro potencial para poder alcanzar nuestros objetivos y disfrutar más y mejor de la vida.
Las creencias negativas sobre nosotros mismos que forman parte de nuestra autoimagen dificultan o incluso impiden este proceso.
Porque además a menudo no somos conscientes de ellas al considerar que nosotros “somos” así. Lo cierto es que “estamos” en esa situación como resultado de nuestra falsa autoimagen, baja autoestima, poca confianza. . .
“Etiquetas” como vago, torpe, feo, tonto, débil. . . que hemos aceptado y no se corresponden con la realidad.
Esta autoimagen se forma a partir de los comentarios y críticas recibidas en nuestra infancia por figuras de autoridad como familiares, profesores, algunos ¿amigos?. . .
Probablemente algunos de ellos lo hacían con buena intención pero al ser niños y no tener aún capacidad crítica las aceptamos y pasan a formar parte de la manera (distorsionada) de percibirnos a nosotros mismos.
Además esta autoimagen que recuerda es simplemente un concepto mental se forma a partir de imágenes de nosotros mismos en momentos en que nos sentíamos avergonzados o heridos. Estas emociones intensas pasan a formar parte de nosotros mismos de lo que creemos que somos. Son nuestra autoimagen negativa.
En realidad esta autoimagen se establece a partir de tu percepción de la realidad y está muy influenciada por cómo crees que los demás te ven a ti.
Poco a poco y a partir de estas concepciones erróneas empezamos a compararnos no sólo con los demás sino con como imaginamos que deberíamos ser. Acabamos atrapados por la frustración y la baja autoestima.
Tu autoimagen está creando tu realidad y determina tu comportamiento. Para poder vivir satisfactoriamente necesitas tener una autoimagen adecuada y realista que te permita desarrollar plenamente todo tu potencial.
Necesitas una concepción de ti mismo que te sea aceptable. En la que puedas creer y te proporcione autoestima. Tienes que conocer tus virtudes y debilidades hasta que tu autoimagen sea razonablemente adecuada a quien tú eres. Ni más ni menos.
Empieza por aceptar que todos somos diferentes y reconocerte como esa persona única y especial que todos, tú también, somos. Se trata simplemente de ser más objetivo de “observarte a ti mismo como eres”.
Deja de compararte y de perseguir una perfección que es inalcanzable.
Recuerda tu autoimagen es el estado actual de ti mismo. Todo está cambiando constantemente, tú también. Se trata de dirigir este cambio hacia donde te conviene.
Utilizando la imaginación empieza a forjar la autoimagen que te resulte más efectiva para lograr tus objetivos. La que tú te mereces.
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