¿Cómo te sientes cuando estás hipnotizado?

2018-04-10
¿Cómo te sientes cuando estás hipnotizado?
No hay una sensación o sentimiento “específicamente hipnótico”. Lo que si podemos observar es una serie de cambios físicos, emocionales y perceptivos generalmente asociados al estado hipnótico.
Es necesario tener presente que la hipnosis es siempre un fenómeno subjetivo y que además varía en la misma persona en las diferentes ocasiones que lo experimenta dependiendo de muchos factores.
No es posible por estas razones establecer un patrón que pueda aplicarse a todas las personas y en todas las ocasiones por igual.
Quizás prefieras experimentar la hipnosis y después seguir leyendo. Lo puedes hacer escuchando en YouTube nuestro vídeo “Tu refugio interior” (está también disponible allí la versión masculina)
Muchas de las sensaciones que aparecen a continuación asociadas a ella son experimentadas diariamente de manera espontánea porque la hipnosis es un fenómeno natural. Especialmente en momentos como cuando sueñas despierto, miras una película o al meditar.
Es algo parecido a soñar pero sin perder en ningún momento la conciencia de lo que ocurre a nuestro alrededor dejándose llevar a un viaje interior con el poder de la imaginación.
Por lo tanto la lista que sigue es lo que “puedes” sentir. Lo que sucede a muchas personas cuando experimentan la hipnosis. No busques cada una de estas sensaciones o características en ti. Ninguna de ellas es dañina y en general resultan muy placenteras.
Si percibes algunas de ellas es suficiente para constatar que estás disfrutando de la hipnosis.
Indicadores observables del estado hipnótico.
Intensa relajación física: muchas personas se relajan tanto que su cabeza “cae” hacia adelante o a un lado. La relajación de los músculos faciales es tan evidente que cambia el tono muscular y a veces la boca se abre como al dormir. A veces las personas están tan relajadas que literalmente “les cae la baba” o alguna lágrima sin ser conscientes de ello.
Relativa inmovilidad: en estado hipnótico las personas tienden a quedar inmóviles y mantienen la misma posición largos períodos de tiempo. Esta inmovilidad es a veces interrumpida por ligeros movimientos inconscientes en la cara, los dedos o las piernas producidos al relajarse los músculos.
Sensación de pesadez o ligereza: La mayoría de las personas experimentan una sensación de pesadez especialmente en las piernas y brazos. Manifiestan sentirse como si se hundieran en la cama o el sofá en el que están. Paradójicamente otros se sienten muy ligeros como si estuvieran flotando en una nube. A veces una mano o el brazo flotan espontáneamente o al sugerir que se vuelven ligeros.
Respiración más lenta, profunda y equilibrada: la respiración se vuelve más pausada y diafragmática propiciando aún más la relajación.
Cosquilleo: muchas personas experimentan un agradable cosquilleo en las manos y los pies. A veces esta sensación se extiende a la cara y otras partes del cuerpo.
Rubor facial: aunque no sea observable para la persona el cambio del tono muscular y la circulación sanguínea provoca que la tonalidad de la piel se vuelva más rosácea u oscura.
Picor: al producirse este rubor provocado por la dilatación de los capilares algunas personas experimentan una sensación de picor especialmente en la cara. Algo parecido a la sensación que experimentamos cuando tenemos sueño.
Necesidad de tragar saliva: se produce porque la hipnosis activa el sistema nervioso parasimpático. Al hacerlo el cuerpo se prepara para hacer la digestión y empieza a generar saliva. También por esta razón se producen sonidos abdominales tan característicos de la hipnosis.
Distorsión temporal: la mayoría de las personas creen que han pasado 20 minutos en estado hipnótico cuando en realidad han sido 40 o más. Es menos frecuente pero también se produce el efecto inverso y el tiempo se alarga. Es algo parecido al efecto que se produce al soñar.
Cambios en la percepción corporal: sorprendentemente algunas personas notan como sus miembros se alargan o determinadas partes de su cuerpo se hacen más grandes. A veces la percepción del cuerpo desaparece. Esto no suele generar malestar o preocupación sino más bien cierta sorpresa o diversión. Se acepta como algo normal dentro de lo que se llama “lógica del trance”.
Emotividad: las emociones tanto las positivas como las negativas son más intensas en estado hipnótico. Esto no tiene que generarte preocupación. Si conectas con recuerdos traumáticos en hipnosis volverás a experimentarlos pero cualquier hipnotista experimentado será capaz de guiarte durante la sesión. De manera que no te perturben y además tengas la oportunidad de liberarte de ellos con seguridad y sanar.
Focalización: la hipnosis permite un grado extraordinario de focalización en un pensamiento o idea. Normalmente siguiendo la voz del hipnotista.
Sugestionabilidad: este es uno de los rasgos característicos de la hipnosis. Las personas en hipnosis aceptan las sugestiones para el cambio con más facilidad. Por supuesto aceptarán solo aquellas que estén de acuerdo con su sistema de valores y que puedan generar un cambio siempre en sentido positivo. Sugestionabilidad no es credulidad.
Experiencias místicas o sobrenaturales: Algunas personas tienen visiones extrañas o ven luces con colores y formas hermosas. Otras tienen experiencias místicas o sobrenaturales y experimentan reencarnaciones. Establecer si estas experiencias son o no reales dependerá del sistema de creencias personal. Lo que sí es evidente es que la hipnosis nos pone en contacto con el mundo de la imaginación, el deseo, la fantasía y los sueños.
Conciencia de que “algo” ha pasado: normalmente al salir del estado hipnótico las personas experimentan una sensación de que han comprendido algo o experimentado un estado muy peculiar. Un “estado alterado de conciencia” que no saben definir o describir pero que les ha resultado muy grato, revelador y sin saber cómo o porqué transformador.
Otros indicadores que la persona no puede percibir.
Movimientos REM de los ojos: para algunas personas la hipnosis y el sueño REM son la misma cosa. El hecho de que a menudo se produzcan estos movimientos rápidos de los ojos en hipnosis y cuando soñamos vendría a corroborarlo.
Ritmo cardíaco: el ritmo cardíaco y la tensión arterial descienden notablemente en estado hipnótico.
Cambio en las ondas cerebrales: las ondas cerebrales cambian en estado hipnótico y pasan de las habituales “alfa” a “beta” o “theta” que son más lentas e intensas.
Reflejos palpalebrales rápidos: al entrar en hipnosis algunas personas mueven rápidamente sus párpados sin ser conscientes de ello.
De nuevo repetir que es simplemente una lista de las señales más evidentes y frecuentes del estado hipnótico. Es imposible describir la complejidad y riqueza de las sensaciones asociadas a la hipnosis.
Igualmente si percibes otro tipo de sensaciones que no han sido mencionadas es perfectamente normal. Cada persona es única y su experiencia de la hipnosis tanto física como psicológica es diferente.
Lo mejor que puedes hacer es relajarte, cerrar los ojos y dejar que tu reacción natural a la hipnosis se produzca.
Es un viaje relajante y agradable al interior de tu mente. Te permite apartarte de las dificultades y agitación de la vida para explorar nuevas realidades, aprender y cambiar. Siempre en sentido positivo.
Permítete disfrutar de los sentimientos y sensaciones que surjan dentro de ti escuchando:
Video: Buenas días con autohipnosis (en nuestro canal de YouTube encontrarás la versión masculina)
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Es necesario tener presente que la hipnosis es siempre un fenómeno subjetivo y que además varía en la misma persona en las diferentes ocasiones que lo experimenta dependiendo de muchos factores.
No es posible por estas razones establecer un patrón que pueda aplicarse a todas las personas y en todas las ocasiones por igual.
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Muchas de las sensaciones que aparecen a continuación asociadas a ella son experimentadas diariamente de manera espontánea porque la hipnosis es un fenómeno natural. Especialmente en momentos como cuando sueñas despierto, miras una película o al meditar.
Es algo parecido a soñar pero sin perder en ningún momento la conciencia de lo que ocurre a nuestro alrededor dejándose llevar a un viaje interior con el poder de la imaginación.
Por lo tanto la lista que sigue es lo que “puedes” sentir. Lo que sucede a muchas personas cuando experimentan la hipnosis. No busques cada una de estas sensaciones o características en ti. Ninguna de ellas es dañina y en general resultan muy placenteras.
Si percibes algunas de ellas es suficiente para constatar que estás disfrutando de la hipnosis.
Indicadores observables del estado hipnótico.
Intensa relajación física: muchas personas se relajan tanto que su cabeza “cae” hacia adelante o a un lado. La relajación de los músculos faciales es tan evidente que cambia el tono muscular y a veces la boca se abre como al dormir. A veces las personas están tan relajadas que literalmente “les cae la baba” o alguna lágrima sin ser conscientes de ello.
Relativa inmovilidad: en estado hipnótico las personas tienden a quedar inmóviles y mantienen la misma posición largos períodos de tiempo. Esta inmovilidad es a veces interrumpida por ligeros movimientos inconscientes en la cara, los dedos o las piernas producidos al relajarse los músculos.
Sensación de pesadez o ligereza: La mayoría de las personas experimentan una sensación de pesadez especialmente en las piernas y brazos. Manifiestan sentirse como si se hundieran en la cama o el sofá en el que están. Paradójicamente otros se sienten muy ligeros como si estuvieran flotando en una nube. A veces una mano o el brazo flotan espontáneamente o al sugerir que se vuelven ligeros.
Respiración más lenta, profunda y equilibrada: la respiración se vuelve más pausada y diafragmática propiciando aún más la relajación.
Cosquilleo: muchas personas experimentan un agradable cosquilleo en las manos y los pies. A veces esta sensación se extiende a la cara y otras partes del cuerpo.
Rubor facial: aunque no sea observable para la persona el cambio del tono muscular y la circulación sanguínea provoca que la tonalidad de la piel se vuelva más rosácea u oscura.
Picor: al producirse este rubor provocado por la dilatación de los capilares algunas personas experimentan una sensación de picor especialmente en la cara. Algo parecido a la sensación que experimentamos cuando tenemos sueño.
Necesidad de tragar saliva: se produce porque la hipnosis activa el sistema nervioso parasimpático. Al hacerlo el cuerpo se prepara para hacer la digestión y empieza a generar saliva. También por esta razón se producen sonidos abdominales tan característicos de la hipnosis.
Distorsión temporal: la mayoría de las personas creen que han pasado 20 minutos en estado hipnótico cuando en realidad han sido 40 o más. Es menos frecuente pero también se produce el efecto inverso y el tiempo se alarga. Es algo parecido al efecto que se produce al soñar.
Cambios en la percepción corporal: sorprendentemente algunas personas notan como sus miembros se alargan o determinadas partes de su cuerpo se hacen más grandes. A veces la percepción del cuerpo desaparece. Esto no suele generar malestar o preocupación sino más bien cierta sorpresa o diversión. Se acepta como algo normal dentro de lo que se llama “lógica del trance”.
Emotividad: las emociones tanto las positivas como las negativas son más intensas en estado hipnótico. Esto no tiene que generarte preocupación. Si conectas con recuerdos traumáticos en hipnosis volverás a experimentarlos pero cualquier hipnotista experimentado será capaz de guiarte durante la sesión. De manera que no te perturben y además tengas la oportunidad de liberarte de ellos con seguridad y sanar.
Focalización: la hipnosis permite un grado extraordinario de focalización en un pensamiento o idea. Normalmente siguiendo la voz del hipnotista.
Sugestionabilidad: este es uno de los rasgos característicos de la hipnosis. Las personas en hipnosis aceptan las sugestiones para el cambio con más facilidad. Por supuesto aceptarán solo aquellas que estén de acuerdo con su sistema de valores y que puedan generar un cambio siempre en sentido positivo. Sugestionabilidad no es credulidad.
Experiencias místicas o sobrenaturales: Algunas personas tienen visiones extrañas o ven luces con colores y formas hermosas. Otras tienen experiencias místicas o sobrenaturales y experimentan reencarnaciones. Establecer si estas experiencias son o no reales dependerá del sistema de creencias personal. Lo que sí es evidente es que la hipnosis nos pone en contacto con el mundo de la imaginación, el deseo, la fantasía y los sueños.
Conciencia de que “algo” ha pasado: normalmente al salir del estado hipnótico las personas experimentan una sensación de que han comprendido algo o experimentado un estado muy peculiar. Un “estado alterado de conciencia” que no saben definir o describir pero que les ha resultado muy grato, revelador y sin saber cómo o porqué transformador.
Otros indicadores que la persona no puede percibir.
Movimientos REM de los ojos: para algunas personas la hipnosis y el sueño REM son la misma cosa. El hecho de que a menudo se produzcan estos movimientos rápidos de los ojos en hipnosis y cuando soñamos vendría a corroborarlo.
Ritmo cardíaco: el ritmo cardíaco y la tensión arterial descienden notablemente en estado hipnótico.
Cambio en las ondas cerebrales: las ondas cerebrales cambian en estado hipnótico y pasan de las habituales “alfa” a “beta” o “theta” que son más lentas e intensas.
Reflejos palpalebrales rápidos: al entrar en hipnosis algunas personas mueven rápidamente sus párpados sin ser conscientes de ello.
De nuevo repetir que es simplemente una lista de las señales más evidentes y frecuentes del estado hipnótico. Es imposible describir la complejidad y riqueza de las sensaciones asociadas a la hipnosis.
Igualmente si percibes otro tipo de sensaciones que no han sido mencionadas es perfectamente normal. Cada persona es única y su experiencia de la hipnosis tanto física como psicológica es diferente.
Lo mejor que puedes hacer es relajarte, cerrar los ojos y dejar que tu reacción natural a la hipnosis se produzca.
Es un viaje relajante y agradable al interior de tu mente. Te permite apartarte de las dificultades y agitación de la vida para explorar nuevas realidades, aprender y cambiar. Siempre en sentido positivo.
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